sábado, 23 de junio de 2007

La Venta es una ACTITUD

Tuve la oportunidad de participar (no creo que la palabra correcta sea trabajar) en una empresa de venta directa. Si. De esas que funcionan haciendo pirámides. Aclarando que no creo haber estafado jamás a nadie, les cuento que creo haber aprendido muchísimo en ese lugar.
Había ingresado hacía poco tiempo a un empleo en ventas y, casualmente, conocí a un competidor cuando salía de donde un cliente. Al verme con cara de nuevo me saludo afectuosamente y me conversó mientras me tocaba esperar mi turno. El tipo era simpático y me dijo que no pensaba estar en todo para siempre.
¿Te gustan los negocios? me preguntó casi sin querer.
Tras responder que por supuesto, me invitó a una reunión para futuros empresarios.
Al llegar el ambiente era fabuloso. El tipo que me había invitado salió a recibirme al tiempo que me presentaba a todo el mundo. Cuando supo qué había estudiado se preocupó de presentarme a otros iguales a mí. Eso me hizo entrar en confianza. Además que abundaban los médicos, ingenieros, arquitectos, enfermeras, entre los que recuerdo. Había una sola cosa en común. Estaban todos felices. Y como yo quería ser feliz. No les costó nada convencerme de ingresar.
Al otro día recién caí en la cuenta de que, sin saber nada, había dado un cheque por un valor bastante alto y me llegarían unos productos a mi casa, los cuales me ayudarían a vender. Lo único que entendí era que yo debía invitar a otros a que trabajaran conmigo.
La magia desapareció a los pocos días cuando todos mis invitados, que llegaban igual que yo, se iban sin ingresar y diciéndome que esto era una estafa.
Conocí mucha gente en esa actividad. La mayoría pasaba por ahí. Incluso algunos firmaban el cheque y jamás regresaban.
La base de la actividad era generar redes. Y para ello te mantenían vinculado todo el tiempo. Muchas reuniones y mucha, pero mucha capacitación. Siempre en hoteles de lujo y siempre de cuello y corbata. Para convertirte en un empresario, decían, primero tienes que compartarte como un empresario.
Asistí a tantas capaciataciones. Dentro y fuera del país. Y la verdad es que eran únicas. No quería salir de ahí. El único lema era: "la venta es un 99% de entusiasmo y un 1% de técnica". Yo me convencí. Hasta el día de hoy lo creo. Si, a lo mejor, podemos revisar los porcentajes, pero saben. Sin entusiasmo no importa cuanta técnica poseas.
Por eso es que en ventas lo más importante es saber comunicar todo lo que sabes, por poco que sea. Y, porque, la mayoría de la gente querrá escuchar siempre a un tipo entretenido por último para reír un rato, y desecharan rápidamente a un tipo triste y amargado.
Hay gente que dice que la vida es una actitud. Eso os lleva a plantearnos que, entonces, la venta es parte de la vida. Como cualquier cosa que hagas. Como decía mi padre; no me importa que seas el basurero de la calle, siempre y cuando intentes ser el mejor basurero que se haya conocido.
Hay que recordar que hay una gran diferencia entre hacer algo por obligación y hacerlo por gusto. Esa es la cuestión; el gusto mejora la acitud.

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