domingo, 31 de mayo de 2009

Ventas de alta confiabilidad

¿Porqué quiso ser vendedor?
¿Qué pensaba desarrollar? ¿Qué quería lograr cuando se inicio en esto de las ventas?
Son las preguntas que rondan en la cabeza cuando uno se decide a leer el libro de Duncan.
Imposible no volver a preguntármelo.
La vida de mis últimos 17 años en un flash...
Me inicié sin saber mucho de las ventas. Yo soy uno de los muchos que "derivamos hacia esto". ¿Qué quería lograr? Una gran cantidad de cosas, pero quizá la más importante es que acá podía ser el mejor. Mi primer curso de ventas me indicaba que acá los sueños se podrían cumplir. Solo había que esforzarse y los sueños se convertirían en hermosas realidades. Soñaba despierto recibiendo los aplausos y galvanos que me acreditaban como el mejor.
Claro que esto no era a cualquier precio. Acá podía realizar la hermosa dicotomía entre mi espiritu competitivo y mi alma solidaria. Si, porque al mismo tiempo que podía ser el mejor podía ayudar a la gente a obtener lo que necesitaba... ¿muy altruista? ¿iluso quizás? ¿utópico? Si a todas. Y eso es lo que me encantó de esta profesión. Y es lo que me guía todavía...
No creo en los mentirosos. No, esos no son vendedores. Esos son estafadores. No creo en los presionadores. Esos tampoco son vendedores, son mendigos, con más clase, pero mendigos al fin.
No creo en los diplomáticos. Tampoco ayudan, solo hacen parecer que lo hacen.
Creo en los que se acercan a la gente, se arremangan la camisa y se dedican a ofrecerle soluciones. Esos son los que me hacen sentir orgulloso. Los demás son, como decía uno de mis mentores en la venta; unos ganapanes y nada más.
Les recomiendo el libro, es fácil de leer, es muy asertivo y es muy revelador...