jueves, 27 de marzo de 2008

La necesidad en la venta

Sucede que a veces uno se confunde. Nos pasa a todos. Y en cualquier situación.
Pero hay una confusión muy peligrosa para nosotros. Se trata cuando olvidamos de qué se trata nuestra profesión.
Recuerdo una ocasión en que mi Jefe me pedía que vendiera a un cliente muy importante. Era difícil. Ese era un buen cliente para mi principal competidor. Y el lo cuidaba. Yo no podía traerlo hacia nosotros.
Entonces, en una reunión le digo que lo tengo. Que por fin se vendrá hacia nosotros.
Mi Jefe, por supuesto que me pregunta, qué hice para lograrlo.
Y le doy mi solución: "le pedí que por favor me comprara a mí. Que necesitaba que el fuera mi cliente".
Jamás he podido olvidar la cara de desencanto de esa pobre persona. No necesitó decirme nada para comprender que no había sido una buena decisión.
Me llamó a un lado y me preguntó ¿qué hacemos nosotros? somos vendedores, le respondí muy rápidamente. ¿y qué significa eso? Ante mi cara de asombro me preguntó con calma; ¿cuál es la esencia de la venta?¿porqué existimos? Comprendí cual era la respuesta que el buscaba en mí; detectamos necesidades y ofrecemos soluciones, respondí como en un susurro.
"Correcto", me dice, detectamos y satisfacemos, pero no las generamos, menos aún debemos plantear nuestras necesidades a un cliente. O somos capaces, añadió en tono serio, o somos capaces de detectar las necesidades que podemos solucionar con nuestros productos o no somos dignos de tener a ese cliente.
Pensé que ese tipo era un Quijote. Una especie de rareza, como aquellos animales en vías de extinción. Puse cara de circunstancia y me marché prometiendo que no volvería a ocurrir.
Debió pasar mucho tiempo para que asimilara de verdad esa enseñanza.
Cuando comprendí que nosotros debemos estar todo el día intentando solucionar el mundo de los demás, cuando entendí la filantropía que había en mi profesión, cuando comprendí que ser un vendedor era lo más dificil del mundo, fue cuando me enamoré de esta ocupación...
Desde ese día es que detesto a quienes no piensan así. No tolero a quienes ensucian esta profesión. Aborrezco de los cómodos tomadores de pedidos y de los indolentes presentadores de productos.
Tenemos la bendita posibilidad de hacer el bien, como en toda profesión; el médico puede sanar, el profesor enseñar, el arquitecto diseñar... y el vendedor, bueno el vendedor puede solucionar todas las necesidades que sus clientes les manifiesten...
La necesidad es crucial en la venta, es solo que nunca debemos olvidar que la necesidad la dicta, siempre, el cliente y nunca el vendedor.